No estaba, muerta estaba de parranda estudiando mucho y durmiendo cuando he podido.
Hoy no traigo una review
o un intento de review ni a hacer ninguna encuesta por la cara para que me guiéis en eso tan difícil que es elegir otra serie para acompañar una temporada. Hoy vengo a hablar de
Bones, esa serie que a pesar de llevar 8 temporadas y haber sido renovada por una novena es, creo, una de las grandes olvidadas. Me parece que ya he dicho alguna vez que es mi serie favorita. Sé que no es como Homeland o Breaking Bad, puede no tener los diálogos de The Newsroom y aunque, por lo general, entre episodio y episodio no haya un cliffhanger que te haga querer ver el siguiente antes de morir de un infarto esperando, creo que son los 40 minutos que más disfruto de toda la semana ¿Por qué? No lo sé. Simplemente, Bones tiene algo. Puede que ese "algo" sean sus personajes, porque todos se hacen querer aunque en algún momento llegue ese interno de turno al que soportas menos que a los demás. Aún así, son todos muy achuchables.
Si no ves Bones o no lo vives con la misma intensidad que yo, seguramente esto no tenga sentido.
El capítulo de hoy, 8.13, me han tocado la fibra sensible. Después de esos cuatro últimos minutos, en forma de oro puro para los fans y shippers a muerte, era obvio que tenía que hablar de Booth y Brennan. Porque han pasado tanto. Taaaaanto. Y no me refiero solo a los secuestros, los tiroteos, la muertes fingidas y los "tú a Maluku y yo a Afganistán". Como bien canta Kelly Clarkson, lo que no te mata te hace más fuerte y quien dice te hace más fuerte dice te cambia. Además, en su caso, une hasta llegar a donde estamos hoy. Porque ella, Brennan, era y sigue siendo la mejor antropóloga forense del mundo y allá por la primera temporada era más racional que Descartes y más fría que el iceberg que mandó al Titanic a pique. Con el iceberg comparte también el ser dura porque de aquellas casi no la veíamos llorar ni poniéndole un hierro al rojo vivo. Además era una mujer independiente, llevaba sola desde los 15 años, de casa de acogida en casa de acogida desde que sus padres la abandonaron y su hermano decidió no hacerse cargo. Poco a poco el hielo del iceberg se fue derritiendo gracias a él, Booth. Ex franco tirador del ejército, retirado a agente del FBI, criado por su abuelo porque su padre era un borracho maltratador. Al contrario que Brennan, se deja llevar por sus instintos y sus hacen acto de presencia más de una vez, pues él siente la necesidad de empatizar con las víctimas.
Un día, Booth y Brennan se encontraron. Destino según él, algo ridículo según ella. El agente, menos mal, vio más allá de la fachada tras la que se escondía la antropóloga y decidió no parar hasta derribarla. Lo suyo le costó. 6 largas temporadas en las que los fans
shippers hasta la médula sufrimos con los "ahora parece que sí pero no", "parece que ahora es el momento pero no", etc. Pero ha merecido totalmente la pena. Ha sido precioso ver como Brennan ha ido cambiando poco a poco, como ese iceberg se ha ido convirtiendo en una inofensiva placa de hielo. A pesar de esa apariencia de chica dura, a veces admitió querer ser como los demás, poder expresar sus sentimientos abiertamente, ser capaz de leer a las personas e incluso alguna vez llegó a preguntarse si sería capaz de querer a alguien de la forma en la que todo el mundo a su alrededor parecía hacerlo. Pero ahí estaba Booth, enseñándole poco a poco que, aunque a la hora de trabajar está muy bien dejar tus sentimientos a un lado, no está mal expresarlos de vez en cuando. Le enseñó también que leer a las personas no es tan difícil como ella pensaba, solo hay que ser irracional de vez en cuando, y le mostró lo más importante, "
puedes querer a muchas personas en tu vida pero siempre habrá una a la que quieras más". Y como bien le dijo más de una vez, sabes quien esa persona porque nunca se va de tu lado. Y exactamente eso, siempre han estado ahí el uno para el otro. "
Seremos como Scully y Mulder".
Y todo este rollo para qué. La culpa la tiene la frase que le da nombre a la entrada,
"Help your mom to be happy because if she's alone she's going to forget". Eso le decía Booth a la pequeña Christine. Hasta aquí hemos llegado, la mujer que un día decía no necesitar nunca a nadie estaría ahora devastada si se queda sin Booth. Como respuesta, Brennan ha salido corriendo y le ha dado a Booth el abrazo que se ha convertido automáticamente en mi abrazo favorito de toda la serie, ¿por qué? Porque es el abrazo que simboliza lo mucho que ha cambiado a lo largo de estas ocho temporadas. Espontáneo, sincero, irracional.
Qué poquito me hace falta a veces para ser feliz. Gracias, Hart.
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